La Crónica: El Sporting reina en un derbi entre polémicas

Si alguien desde fuera quiso disfrutar del derbi asturiano, lo de esta tarde fue una buena demostración de lo que pueda llegar a ser un duelo de máxima rivalidad en el Principado de Asturias. Uno de los derbis más ricos en intensidad, en emociones y en fútbol. El Sporting le puso el primer picante con un golazo de Nacho Méndez antes de abrir boca. El Oviedo despertó con el golpe y fue superior al Sporting aunque sin acierto. Reclamó dos penaltis el Oviedo, el más claro sobre Paulino de la Fuente. Al final la victoria rojiblanca se celebró como la más necesaria en El Molinón. La zona azul, indignada con el colegiado. 

El guion lo dibujaba Ramírez en la previa. "Hay que salir fuertes". Los suyos, obedientes. En un saque de banda rojiblanco, le cayó el balón a Nacho Méndez. El de Luanco, de primeras, le puso unos grados más a las gradas del templo colocando el balón en la escuadra de Leo Román. Efectividad rotunda de los locales, explosión en color rojiblanco y jarro de agua fría sobre la parroquia azul. 

El inicio agazapó al Oviedo y le dio alas al Sporting para seguir con su plan. La presión alta del equipo de Ramírez incomodaba a los de Carrión y el dominio era local. Gaspar amagó con repetir la acción de Nacho Méndez pero su disparo impactó en un rival. El Sporting, on fire. El Oviedo, missing en el primer cuarto de hora bajo una intensa lluvia. 

El paso de los minutos ejerció de despertador de los de la capital. Fue activándose el Real Oviedo y el Sporting reaccionó dando un paso atrás. El dominio recayó en manos azules que comenzaron a generar peligro por las bandas. Viti y Bretones empezaron a asomarse y el oviedismo cantó el primero con una llegada del segundo. Llegó el langreano a línea de fondo, el balón rechazado tras su paso por el corazón del área le llegó a Paulino de la Fuente. El cántabro, con el gol de cara, se escurrió en el golpeo del empate. Una ocasión tan clara como evidenciable era la mejora azul. Otra vez Paulino, aunque ahora de cabeza, inquietaba a un inédito Christian Joel. Mejor el Oviedo, ganando el Sporting. 

Tras un descanso emotivo al ritmo de Gijón del alma ante 26.794 espectadores, el Oviedo salió con la misma cara de dominador. Pero la primera fue rojiblanca. Combinó bien, al fin, el Sporting en campo rival. La pelota le cayó a Pascanu que colgó un gran centro directo a la cabeza de Villalba. El valenciano le quiso meter más fuerza de la debida y su disparo se marchó alto. Muy clara para el segundo rojiblanco. 

Metió armas Carrión. También Ramírez. El plan le valía al Sporting, aunque su comodidad dependía de las arrancadas de Bretones. Por el otro lado llegó la polémica. Sebas Moyano se fue al suelo en una acción con Pablo García. Depende del prisma con el que se mire la acción al no disponer de una acción clara. Para unos, dentro. Para los otros, fuera. Para el colegiado, también fuera. La falta, de por sí peligrosa, se fue a la escuadra por parte de Colombatto pero apareció Christian Joel y lo impidió. 

El Sporting empezó a estirar las piernas y adelantó líneas. El Oviedo también buscó su buen arma de contragolpear. Alemao puso en boca de gol a Sebas Moyano. Antes de mirar al portero cubano, irrumpieron las piernas largas de Pascanu para impedir el disparo. Se celebró como un gol en El Molinón. Lo mismo que cuando Insua hizo lo propio con un disparo de Alemao. El derbi estaba precioso. Y para más calidad, Cazorla para dentro. 

Le falta algo al derbi. La polémica no se quiso perder el duelo regional y apareció en forma de penalti a favor del Oviedo. Varane trabó por detrás a Paulino de la Fuente y el cántabro se fue al suelo. González Esteban no lo vio en dos tiempos. Ni en vivo ni cuando Gálvez Rascón le llamó al monitor del VAR. Desoyó la llamada del árbitro desde la sala VOR y, tras revisar varias repeticiones, dijo que nada. Una jugada que va a traer cola. 

En el descuento, el Oviedo buscó silenciar un Molinón enfervorecido. Con más corazón que cabeza, el equipo visitante terminó volcado. Tan volcado que Mario González se plantó ante la portería azul sin Leo Román y la echo fuera. No le hizo falta al Sporting para llevarse uno de los derbis más emocionantes de los últimos años.