El Unicaja Banco Gijón pierde el pulso por el liderato
Las gijonesas vendieron cara su derrota, pero cayeron ante el Bera Bera
Intentaron asaltar el liderato las chicas de Cristina Cabeza en su visita a San Sebastián, pero era una tarea demasiado dura. El Unicaja Banco Gijón cayó en su visita al Bera Bera (28-22) en un partido en la lucha por lo más alto de la Liga Ibedrola. Tras un inicio de partido disputado, una mala salida de vestuarios lastró a las gijonesas, que pelearon hasta el final para traerse los puntos para Gijón. Al final, el esfuerzo fue en vano y la victoria y el liderato se quedó en territorio vasco.
Empezó mejor el Bera Bera, con un parcial de 6-2. Reaccionó Cristina Cabeza dando entrada a Cecilia Cacheda y a Nayla de Andrés, que entraron en la pista y le dieron alas al Unicaja para evitar una sangría mayor en el marcador. Pese a ello, el potencial donostiarra se notó y, antes del descanso, abrieron una pequeña brecha en el luminoso para irse con un 16-10 a su favor a vestuarios.
La ventaja se fue a los nueve tantos tras el inicio de la segunda parte. Ahí apareció la rabia gijonesa para decir que el partido no había terminado. De la mano de una excelsa Aida Palacio, que terminó el partido con nueve goles, y de una gran Cacheda, autora de cinco tantos, el Unicaja recortó distancias hasta ponerse a solo dos de distancia. En el momento en el que el Bera Bera vio a las gijonesas por el retrovisor, aceleró para lograr cerrar el partido. Un encuentro disputado en el que el Bera Bera dejó de manifiesto su dominio, ante un cuadro gijonés que no se amilanó en ningún momento.
Tras la derrota, llega un largo descanso para el Unicaja Banco Gijón. El Mundial de Balonmano Femenino detiene la competición hasta enero, lo que supone un frenazo a la buena dinámica del equipo fabril. A la vuelta de estas vacaciones invernales, el equipo de Cristina Cabeza se medirá a otro equipo de la parte alta de la tabla como es el Rocasa Gran Canaria. Otra buena piedra de toque que el Unicaja deberá superar si quiere aspirar a celebrar algo grande a final de campaña.