Bolo echa el cerrojo por primera vez

Mejorar en la elaboración del juego y volver a la senda de la victoria. Ese es el objetivo que se marca el Real Oviedo para el próximo partido de Liga ante el Lugo. Después de tres encuentro consecutivos sin ganar, el conjunto azul llega con la necesidad de sumar los tres puntos ante el equipo gallego y de mejorar el juego ofrecido en este arranque liguero. Para ello, y por primera vez en la temporada, el combinado ovetense se ejercitará a puerta cerrada este miércoles en El Requexón en una sesión con acceso restringido a futbolistas, cuerpo técnico y trabajadores del club.

Bolo debe buscar una mejoría en su equipo a la hora de generar fútbol y ocasiones. "Nos está faltando conectar con la gente de arriba. Yo estoy intentando bajar más a recibir para hacer una salida más limpia. Al final es trabajarlo y coger conceptos que el míster nos vaya pidiendo... y sacar el balón en beneficio del equipo. Esto no tiene más historia que trabajar y seguir trabajando. Tenemos un grandísimo equipo y yo sigo pensando que el domingo pasado el equipo generó ocasiones", apuntó Montoro este martes en rueda de prensa. 

La fluidez en el juego es una de las asignaturas pendientes de este Oviedo aunque no es la única. Tras seis jornadas de Liga, el conjunto azul solo ha anotado tres goles a favor (dos de ellos de penalti) y la falta de gol es también un aspecto a mejorar. Bastón y Enrich, los dos delanteros empleados por Bolo en los últimos partidos, no han estado del todo acertados en los metros finales aunque el equipo, como reconoce el técnico vasco, debe generar más ocasiones de gol. 

Por todo ello, Jon Pérez Bolo blindará por primera vez El Requexón con el objetivo de no dar pistas a su próximo rival, el Lugo. El conjunto gallego también llega con necesidades a este choque tras sufrir dos duras derrotas en las dos últimas jornadas ante Villarreal B (3-1) y ante el Alavés (1-2).