Dani Vidal: "Ya lo sufriré si vienen mal dadas, ahora toca disfrutar"

El técnico del Real Avilés repasó en Radio MARCA Asturias el momento del equipo: "Somos muy sensatos con el día a día. No tiene sentido pensar en marzo o en abril, ojalá en unos meses poder hablar de algo así"

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Dani Vidal
Dani Vidal, en Radio MARCA Asturias

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Escucha la entrevista a Dani Vidal en Radio MARCA Asturias

Lun, 17/11/2025 - 23:00

La muestra de la ambición que se respira en los aledaños del Román Suárez Puerta se reflejó el viernes. Un empate ante el Arenas de Getxo, que significaba la tercera semana consecutiva sin encajar y firmar una semana más en promoción de ascenso a Segunda división, no dejó satisfecha al completo a la afición del Real Avilés Industrial. Hay ambición. Esa que ha generado el equipo de Dani Vidal con un inicio de temporada que ha sorprendido. No es lo habitual para un recién ascendido. Codeándose con los transatlánticos de la categoría, el técnico catalán es el encargado de echar el ancla a la euforia. No al completo. La gente tiene que disfrutar del momento con los pies en el suelo. Algo que reflejó Dani Vidal este lunes en una entrevista concedida en Radio MARCA Asturias. 

Solo 33 años y ya eres uno de los entrenadores con más partidos en Primera RFEF. 

Tuve la suerte de empezar muy pronto y de alargar proyecto. Ahí van los números, más de 100 ya. 

Uno siempre se prepara para las victorias, ¿uno se prepara para las derrotas?

Sí. Mi porcentaje de victorias es importante, es verdad, pero también me ha tocado vivir rachas de no ganar. Uno cuando enfoca esta profesión en el día a día, disfruta y sufre los resultados. Eso te lo hace llevar de manera más normal. 

En el Nástic soportaste una atmósfera importante, pero Avilés no está mal...

Me encontré una afición muy parecida a la de Tarragona. Mi apoyo allí fue incuestionable. Aquí me he encontrado gente que quiere ayudar en el día a día. Tienen claro lo que quieren, que el equipo compita y corra. Puedes ganar o perder, pero el esfuerzo no se cuestiona. La gente es consciente de que hay cosas que no se controlan, pero la gente está contenta y ayudando mucho. 

¿Cómo empiezas en los banquillos?

Empecé con 17 años llevando un cadete. Jugué 10 temporadas en la cantera del Nástic, en juveniles me empezó a llamar más el tema de entrenar. Mi vida ha sido el Nástic, del cadete al filial. Estoy seis meses en el filial y me proponen ser primer entrenador del segundo equipo o ser segundo en el primer equipo. Cuando me dicen que el entrenador es Agné, no lo pienso. Es un pepino de entrenador. Quería agarrarme a esa rueda y tener la experiencia.

Y llega el primer equipo. 

Llega en un momento complicado. Se hizo una inversión económica para subir directo y, a falta de 13 partidos, estábamos a un punto de bajar a Segunda RFEF. Era el tercer entrenador de la temporada. Me preguntan que si estaba preparado. Tenía que coger el tren y metimos al equipo en Copa del Rey. 

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Al año siguiente, esa final ante el Málaga. ¿Le das muchas vueltas a lo que pasó?

Empezamos bien, tuvimos un pequeño bajón, pero estuvimos peleando hasta el Deportivo con el final. Hicimos 70 puntos y quedamos segundos. El año pasado el líder subió con 69. Las semanas después de aquel partido ante el Málaga le das muchas vueltas. Sobre todo, por la gente que rodea al club, Pero soy de los que piensa que si tengo que entrenar en el fútbol profesional, será otro camino, Llegaré igual. Tengo esa espinita clavada y tengo ganas de conseguirlo. 

Con el Avilés sería bonito, ¿eh?

Ojalá (risas). Poco a poco. Aquí somos muy sensatos con el día a día, con la exigencia y con lo que somos. No tiene sentido pensar en marzo o en abril. Ojalá en unos meses poder hablar de algo así. 

El inicio ha sido muy bueno. 

Es sorprendente. Sobre todo, por coger al equipo con diez días de previa. Los chicos se han adaptado a la categoría muy bien. 

Viene ahora un calendario difícil. Jugar contra el primero, el segundo y el cuarto para cerrar el año. 

Sí, pero la tranquilidad me la da saber que hemos competido contra todos. No hemos sido infinitamente superiores a nadie, pero tampoco no nos han pasado por encima. 

¿A un entrenador le gustan los partidos tan locos como los de este año?

Me hubiera gustado ganar de manera más tranquila, pero este grupo está cogiendo esa naturaleza un poco inconsciente que te hace ir hacia delante de cualquier manera. En Zamora empatas en el minuto 90 y van a buscar el balón para ganar. Otros equipos no lo hacen. No voy a ser yo el que lo frene. Vamos a sacar el mayor resultado de ello. 

¿Qué equipo te encuentras cuando llegas a Avilés?

Un equipo con ganas de normalidad en el día a día. Ellos son los primeros que saben la importancia de ganar. Es menos habitual en pretemporada, pero pasan estas cosas. Fuimos de la mano desde el primer momento y el resultado ha sido este inicio. Hicieron borrón rápido. 

¿Quién te llama?

La primera llamada es de Miguel (Linares). A las 48 horas estoy en Avilés y en un día se cierra todo. La predisposición del club fue máxima. Me llamó Diego, Antonio, Pedro... La sintonía fue máxima. 

Tienes un año de contrato y otro en función de objetivos. ¿Qué objetivos son?

Si van las cosas muy bien (risas). Seguir arriba. 

¿Que tiene que hacer el Avilés para mantener la estabilidad?

Hemos marcado un camino muy exigente en lo individual. Hay que aprender y no repetir errores, fuera de los resultados. Si nos está yendo bien, sería de genero no inteligente salir de ese camino. Los rivales van a crecer. 

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¿Hay mucha euforia en el entorno?

La gente tiene que estar eufórica. A mí me encanta celebrar la victoria con los míos, pero al día siguiente cambiará la película. Y si pierdes, lo mismo. La gente no son profesionales, son aficionados. Se hacen de un equipo para disfrutar. Si en los momentos malos, les tengo que tengan los pies en el suelo, pues tendría poco sentido. Mis jugadores estaban jodidos por el empate. Salvo alguno, con muchos tiros pegados, que tuvo que poner en valor cómo estamos. Pero no va reñido con que queríamos ganar. Era anecdótico dormir líder. Estamos con los pies en el suelo, pero no va reñido con que vayamos a preparar el partido ante el Mérida con todo". 

¿Has hecho ya la carta a los Reyes Magos?

No, en eso está el señor Miguel Linares (risas). Queda mucho, confío plenamente en el club. Somos exigentes. Todo lo que pueda mejorar al equipo, lo harán. Estoy muy, muy, muy contento con el equipo que tengo. En el mercado de invierno quiero garantías de que lo que venga va a mejorar sí o sí lo que tenemos. Si no es así, y más como van las cosas, hay que poner en valor a lo que tenemos. Hay equipo con un potencial económico tremendo. Yo, centrado en el Mérida". 

-¡Cuando las cosas van bien, mejor no tocar...

Si las cosas fueran mal, señalarían al entrenador o a la plantilla. Pero cuando las faenas se hacen bien, se dice. Ayer estuve en El Molinón y la primera parte del Sporting no era para perder. Y la segunda, estando peor, se encuentran el penalti. El fútbol así. 

-4.000 en el Suárez Puerta ante el Arenas de Getxo. ¿Cómo lo valoras?

Una pasada. Lo que más me gusta de mi profesión es hacer feliz a la gente. No lo entiendo de otra manera. Ves a clubes artificiales y a mí me costaría entrenarlos. Yo vivo las cosas del momento. Conocía poco del Avilés, pero rápido me puse al día. Raúl Agné me habló muy bien de la ciudad. Me dijo que la gente era del Avilés y fue un punto más para venir. Quería vivir esto. El ambiente del Suárez Puerta, con 3.500 o 4.000 hace ruido. Y eso me encanta. 

Lanzar un mensaje de mesura puede parecer complicado. ¿Cómo lo gestionas tú personalmente?

Se están haciendo las cosas bien y yo también estoy disfrutando de esto. Ya lo sufriré si vienen mal dadas, pero ahora toca disfrutar. Un centro al área en casa y se escucha el Suárez Puerta. Me pone la piel de gallina. A los jugadores les encanta. Hay una comunión muy bonita y así las cosas son más fáciles.