El 'déjà vu' de Roberto Suárez, un año después
Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, la dirección deportiva del Real Oviedo se vuelve a enfrentar al mismo reto de la temporada anterior
El Real Oviedo afronta semanas tranquilas. La llegada de Luis Carrión al banquillo azul le dio al club carbayón un soplo de aire fresco, después de que el proyecto de Cervera se tambalease a las primeras de cambio. Los números del guineano invitaban a una temporada turbulenta y con el punto de mira bajo. Ahora en cambio, la perspectiva es mucho más favorable.
Lo es para el aficionado y también para la dirección deportiva del Real Oviedo. El departamento liderado por Roberto Suárez respira tranquilo al comprobar que lo sembrado en verano surte efecto, y que era cuestión de tiempo que el fruto exprimiera su jugo. Eso sí, de la mano de otro entrenador capaz de sacarle partido a los recursos de los que disponía. Los números de Luis Carrión han colocado al cuadro oviedista decimotercero con 18 puntos, cinco por encima del descenso y seis por debajo de la promoción de ascenso.
Superada la crisis, el director deportivo moscón vuelve a tener ante sí otra misión: darle un impulso extra al equipo en el mercado de invierno. Una vez encontrado el camino, en el Real Oviedo no se descarta poder luchar por cotas más altas, a tenor de que aún quedan 28 jornadas por delante, es decir, 84 puntos en juego. Y como todo es mejorable, en su lista de tareas está la de intentar enriquecer la plantilla en la próxima ventana de fichajes, cuya apertura está prevista para el 1 de enero.
Será a partir de esa fecha cuando el club azul podrá reforzarse con nuevas caras, y también, poder buscar una salida a aquellos futbolistas con los que no cuenta. En el apartado de incorporaciones, y a tenor de lo visto hasta el momento, la dirección deportiva azul se centra más en el ataque que en la defensa. La retaguardia, entienden, está bien cubierta, tal y como avalan los números: el Real Oviedo es el segundo equipo que menos goles encaja. Tanto la portería como la defensa está actuando a buen nivel, por lo que la inversión en ese aspecto, salvo contratiempo en las próximas semanas, podría estar descartada.
Por ello, cualquier esfuerzo destinado a mejorar el equipo en invierno podría ir destinado, un año después, al ataque. Con la sala de máquinas funcionando con el piloto automático, las bandas, y también la posición de delantero, son las demarcaciones en las que Roberto Suárez observa con más detenimiento. Curiosamente, estas fueron las mismas dos posiciones en las que el Real Oviedo atacó en el último mercado invernal, con las incorporaciones de Raúl Moro, Leo Sequeira y Manu Vallejo, en los tres casos a préstamo.
Da la casualidad, además, que a estas alturas de la temporada pasada, el conjunto de Cervera fue cuando pegó el estirón de puntos, después del déficit generado jornadas atrás por Jon Pérez Bolo. Desde la dirección deportivo del Real Oviedo entendían la situación como un momento para mejorar las prestaciones del equipo azul y, por qué no, cambiar los objetivos a raíz de un arreón que, finalmente, se quedó a medias. Los números mejoraron, pero no dieron para luchar por retos más ambiciosos. Un año después, la casa azul lo volverá a intentar.