El descuento de nunca acabar: José Alberto se queja y Borja Jiménez capea

Si Borja Jiménez quería vivir desde dentro lo que es un partido en El Molinón, será complicado que pueda olvidar su primer choque como técnico del Sporting de Gijón. Un partido caótico que tuvo de todo y que desembocó en un final de manicomio. Con el Racing de Santander apretando tras el tanto de Jeremy, lo que pasó en los ocho minutos de alargue–que terminaron convirtiéndose en diez– da para un capítulo aparte. Tanto que fue el protagonista de la sala de prensa de El Molinón. 

Primero, al césped. El Sporting de Gijón aguantaba como podía las acometidas del Racing, espoleado por el gol de Jeremy y los miedos rojiblancos. El Molinón empezó a jugar su papel en la recta final. El estadio celebró como un tanto la mejor parada de la jornada. "No recuerdo haber visto una cosa así en un estadio", decía Álex Corredera en la zona mixta. Y es que la parada de Rubén Yáñez a una falta teledirigida a la escuadra por parte de Yeray era el preludio de unos minutos intensos. La mano salvadora del portero catalán hizo levantarse a El Molinón. Ya para no sentarse en los minutos restantes. 

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Ocho minutos añadió el colegiado ante el enfado de ambos banquillos. Para el Racing, muy pocos. Para el Sporting, demasiados. Hizo tres cambios Borja Jiménez a lo largo del añadido. Dos se unían en una misma ventana, por lo que el colegiado añadía un minuto extra por cada parón. También Otero recibía una amarilla extra por desplazar el balón. Antes de llegar al minuto 98, tiempo final oficial del partido, Kevin Vázquez midió mal un despeje y golpeó en la cadera al jugador racinguista. El lío se montó, pero el árbitro no lo añadió al tiempo extra. 

En la falta, la última jugada del partido, el Sporting mostró contundencia. Pablo Vázquez se elevó en su área para despejar el balón y poner el broche al partido. Así lo decretó Orellana Cid. Cuando el tercer silbido cayó sobre un Molinón que festejaba la victoria, Mario García remataba el balón desde más de 30 metros para colocarlo en la escuadra de Yáñez. Un golazo, sin duda. Pero ilegal a todas luces. El colegiado ya estaba señalando el final antes de que el esférico llegara cerca del lateral del Racing. Eran vacíos los gritos de protesta del racinguismo. Marco Sangalli, fuera de sí y saltando delante del colegiado, se iba expulsado. 

El cabreo era visible en la sala de prensa de El Molinón. Un espacio que conoce bien José Alberto. El técnico asturiano reflejó su enfado por lo visto sobre el césped. En ambos sentidos. "No vi la jugada del gol de Mario, lo que he visto es lo que ha sucedido en la segunda parte. Entiendo al Sporting porque hace lo que tiene que hacer, pero hay un árbitro que tiene que dar un tiempo añadido. Lo que no puede ser es que nos digan 98 minutos, se añada un minuto más por una atención médica. Luego hay dos cambios en el añadido y una expulsión. Eso no se añade", empezó José Alberto. Para el técnico del Racing, insuficiente. "Cuando el Racing gana, se dan 15 minutos de descuento. Cuando el Racing pierde son 8 minutos, es escandaloso, no puede ser. Hay una oficina en Madrid que se dedica a esto, ya veré el tiempo efectivo de la segunda parte. Eso no es espectáculo para la gente", expresó. 

Minutos después, tomó el mismo asiento Borja Jiménez. Contento por lo vivido, el técnico del Sporting de Gijón también habló sobre el descuento y el malestar de José Alberto. Tiró de capote. "A mí también me ha parecido muchísimo el descuento, no entendía el por qué. Se lo he dicho al cuarto árbitro. Es muy raro ver descuentos de 8 o 9 minutos. No tengo la sensación de que haya sido un partido muy discontinuo", dijo el abulense. Dos formas distintas de afrontar un mismo descuento. Y es que dio para mucho el primer añadido de Borja Jiménez en Gijón.