El espejo de Jesús Bernal: Del todo a buscar el todo
El centrocampista maño se reencontrará con el Racing de Ferrol y con Cristobal Parralo, el equipo que le dio la alternativa en el fútbol profesional y el entrenador que le dio el papel más protagonista
El Racing de Ferrol visitará El Molinón este domingo con la piel mudada con respecto al curso pasado. Una de las pérdidas más significativas del conjunto gallego con respecto a la temporada pasada se reencontrará con sus antiguos compañeros. Jesús Bernal se medirá a un equipo con el que consiguió hacerse hueco en el fútbol profesional, demostrar su valía y entrar por los ojos de la dirección deportiva del Sporting de Gijón.
Su fichaje fue el primero. Antes de conocer quien iba a ser el encargado de dirigir al conjunto rojiblanco, en las oficinas de Mareo se cerraba la contratación de un Jesús Bernal que finalizaba contrato en Ferrol y que era seguido por un buen número de equipos dentro de la categoría. Fue ágil el Sporting en la contratación de Bernal que estaba llamado a ser importante. Su aval en A Malata era supremo.
Explicaba Gerardo García en una reunión con los medios de comunicación hace unos meses que, a la hora de firmar jugadores, la dirección deportiva del Sporting fijaba en un puesto alto dentro de sus parámetros la regularidad del futbolista. Y ahí Bernal sobresalía. Disputó 41 partidos el curso pasado, perdiéndose únicamente el partido que el Racing de Ferrol disputó en El Molinón. Se lo saltó por acumulación de tarjetas. El resto, hombre para todo. Cristóbal Parralo tenía en Jesús Bernal a su "guardaespaldas", como le definían los medios de comunicación en Galicia. Lideraba las estadísticas de recuperación y de pase en un Racing que picó alto el curso pasado.
Jesús Bernal aterrizó en A Malata en el verano de 2022 procedente del Rayo Majadahonda. Tras un inicio de carrera forjado en Segunda B y en Primera RFEF, el maño se convertía en pieza clave para Cristóbal Parralo en su primer año de binomio. Fue el segundo centrocampista con más minutos durante la temporada en la que los ferrolanos conseguían el ascenso a Segunda división y su papel no disminuiría en su estreno en el fútbol profesional.
Del todo a un rol más secundario. Su llegada al Sporting de Gijón empezó con fuerza. Empezó con el mismo rol que tenía en A Malata, siendo titular a las órdenes de Albés. El paso de los partidos le fue relegando al banquillo, aunque su aparición por el once no era una sorpresa. Una lesión en El Sardinero, la primera después de mucho tiempo, le dejó un mes fuera. Regresó en la Copa del Rey y participó desde el banquillo en Cartagena. De vuelta a los planes de Albés en una de las posiciones más codiciadas dentro del Sporting. Y lo hace antes de enfrentarse a su pasado más feliz.