El líder con balón se persigue a sí mismo en el Sporting
Nacho Méndez alcanzó los 16 partidos como titular el curso pasado hasta que llegaron las molestias físicas al final de temporada
Con el paso de las semanas, cada vez resulta más sencillo recitar de carrerilla el once titular de Rubén Albés. El técnico gallego suele activar alguna sorpresa, menor, pero el esqueleto de este Sporting de Gijón se mantiene fijo. Son dos los futbolistas de campo que todavía no han visto ningún comienzo desde el banquillo. El incombustible Lander Olaetxea y Nacho Méndez forman la pareja del balón en este Sporting.
Vasco y luanquín son los jugadores que más pases han completado en este inicio de año. Sobresale Nacho Méndez, con 571 pases en las 13 jornadas disputadas. Con 20 menos, 551, aparece Olaetxea. Son los dos jugadores por los que más pasa el juego ofensivo del Sporting de Gijón. A una distancia considerable aparece el tercero. Guille Rosas es el tercero a un escalón pronunciado de distancia con 403 pases.
El paso de las jornadas parece no hacer mella en el centro del campo del Sporting de Gijón. Olaetxea y Nacho Méndez se complementan y le dan rédito a la idea de juego que persigue Rubén Albés. Rápidos ambos con el balón, el juego del conjunto gijonés irrumpe desde sus botas. Ambos se turnan el rol de clavarse entre los dos centrales para desahogar la presión rival y disponer de salida de balón. Ninguno ha fallado en las alineaciones de este inicio de temporada y no apuntan a hacerlo en El Plantío para hacer frente a un Burgos con aires nuevos en casa.
En el caso de jugar el domingo de inicio, será una más para Nacho Méndez. El '10' rojiblanco vive un buen momento. El físico sigue respondiendo y participar en Burgos significaría encadenar su 14ª titularidad. Una cifra que le dejará cerca de su mejor registro como jugador del Sporting de Gijón. El año pasado, su mejor curso como profesional, logró encadenar 16 encuentros seguidos en el once inicial de Miguel Ángel Ramírez. Lo hizo jugando muchas de aquellas jornadas con la espada de Damocles de la quinta amarilla sobre él. Encadenó de la jornada 24 a la 40 sin caerse de la alineación hasta que las molestias físicas llegaron en Butarque. Retornó a tiempo para Barcelona.
Aquella lesión tuvo su efecto en el inicio del verano, con un Nacho Méndez obligado a tomar una pretemporada de precauciones. El cuerpo técnico no le exprimió y el propio futbolista reconocía no estar en plenitud física al comienzo de la temporada. Con aquello en el cajón del olvido, el capitán rojiblanco busca alcanzar su mejor racha como profesional. Lo hará con el balón cosido al pie, una dinámica que también se repite desde el inicio del curso.