El mensaje firme de Almada: Un entrenador con callo
El técnico uruguayo aterriza en Oviedo con un discurso sereno, centrado en el trabajo, la identidad y la representación del equipo
Killer Asturias
Guillermo Almada eligió un tono sereno y muy medido en su presentación como nuevo entrenador del Real Oviedo. Lejos de promesas inmediatas o discursos grandilocuentes, el técnico uruguayo centró su primer mensaje en la representación del equipo sobre el césped, la necesidad de recuperar la alegría a través del trabajo y la convicción de que el camino hacia los resultados pasa por el juego. En esa puesta en escena se le vio como un entrenador con callo, con recorrido y la seguridad de quien sabe perfectamente dónde está y a qué viene.
Desde el primer momento, Almada dejó claro que su prioridad no es únicamente ganar, sino que la afición se sienta identificada con lo que ve. Insistió en que los resultados llegarán como consecuencia de lo que el equipo transmita en el campo, apelando a un Oviedo intenso, valiente y reconocible. El técnico construyó su discurso alrededor de una idea recurrente: el resultado será la consecuencia del camino, no el punto de partida.
El mensaje fue especialmente directo hacia el vestuario, al que reconoció golpeado anímicamente pero con voluntad de reacción. Almada incidió en el convencimiento, el trabajo diario y la fortaleza mental, subrayando que los propios futbolistas son los primeros interesados en revertir la situación. Evitó señalar errores del pasado y puso el foco en mirar hacia delante, con una idea clara: jugar mejor que el rival para empezar a ganar.
También hubo referencias claras a figuras clave del equipo. El técnico mostró confianza en Fede Viñas o Salomón Rondón, a los que considera jugadores importantes, y destacó el compromiso de Santi Cazorla, al que situó como un emblema de la institución. Unos apoyos que refuerzan su intención de sostener el proyecto desde los liderazgos internos.
En cuanto al estilo, Almada fue fiel a su trayectoria: un equipo protagonista, que presione, que salga a buscar al rival y que juegue con intensidad. Reconoció que necesita tiempo para automatizar conceptos, pero dejó claro que su reto principal es convencer al aficionado, no con palabras, sino con fútbol.
Su primera comparecencia no buscó respuestas inmediatas ni efectos de corto plazo, sino marcar el camino desde el que empezar a trabajar. Trabajo, identidad y paciencia como punto de partida para intentar sacar al Real Oviedo de una situación difícil, pero reversible.