El Sporting y el Grupo Orlegi se pasan al perfil del Principado
El conjunto gijonés espera por la iniciativa de la administración local y regional para apurar las remotas opciones al Mundial 2030
Después de liderar todo el proceso, desde su lanzamiento hasta la propuesta de reforma de El Molinón, el Sporting de Gijón o, sobre todo, el Grupo Orlegi ha decidido modificar su posición, cediendo el testigo de la dirección al ayuntamiento de Gijón y el Principado de Asturias.
La carrera por ser sede del Mundial 2030 ha revivido en las últimas horas. La promoción de 'Gijón es Mundial' ha generado un clima de opinión que, de algún modo, ha moderado la negativa del gobierno municipal a la cita mundialista. La sociedad gijonesa, en su amplia mayoría, no ha comprendido el sentido de los Mupis. Quienes comprendían el rechazo del Ayuntamiento no han entendido el sentido de la campaña de publicidad.
Mientras observa el debate que existe en la ciudad, el Grupo Orlegi continúa adelante a la espera de obtener y analizar el informe encargado a KPMG. La firma de servicios profesionales está realizando un estudio detallado de cómo la candidatura asturiana podría afrontar la financiación. También su reparto de una manera razonable entre las tres partes implicadas. La propiedad del conjunto gijonés, el Ayuntamiento y el Principado de Asturias.
A su vez, la Federación Española contempla de reojo los últimos acontecimientos. La actitud del Ayuntamiento ha causado sorpresa. Tanto su rotunda y rápida oposición, tras la reunión celebrada el pasado jueves 22 de febrero, así como la puerta abierta que transmitió Jesús Martínez Salvador en su intervención pública de este martes.
A pesar de esta reapertura, las opciones de que El Molinón sea sede del Mundial 2030 siguen siendo escasas o directamente remotas. El gobierno local ha transmitido su conformidad a financiar "equitativamente" la inversión. Es decir, estaría dispuesto a asumir el 33% de los costes. Sin embargo, el Principado de Asturias continúa sin ofrecer certezas, limitando su apoyo al mensaje de 'si hay sede, habrá financiación'.
Un perfil bajo y poco comprometido a estas alturas, el de la administración regional, que ha motivado en parte el escepticismo del Ayuntamiento. También la falta de claridad del Grupo Orlegi a la hora de garantizar cuál puede ser su aportación económica para la financiación. Visto el resultado de todo este proceso, tras concluir errores en su liderazgo, la empresa mexicana parece haber renunciado al liderazgo de la candidatura.
Una dirección que el equipo de gobierno de Carmen Moriyón parece dispuesto a asumir, aunque con muchos matices. Para empezar, ha asegurado que no dará "pasos en falso" hasta que no obtenga certezas económicas. Para ello ha hecho un llamamiento peculiar al sector privado. "Mayor declaración de intenciones que estar aquí esperando a que el sector empresarial nos pueda hacer una propuesta...", comentó Jesús Martínez Salvador en su última intervención.