El Tartiere quiere volver a ser decisivo

El Carlos Tartiere volverá a latir este domingo con la fuerza de las grandes ocasiones. Han pasado 24 años desde el último encuentro del Real Oviedo en Primera División como local y la visita del Real Madrid convierte el regreso en una cita histórica.

La pasada temporada, el coliseo oviedista fue un factor determinante en el camino hacia el ascenso. En la fase decisiva del playoff, el apoyo de la afición convirtió al Tartiere en un auténtico fortín, donde la comunión entre equipo y grada resultó decisiva para alcanzar el objetivo.

Ese vínculo quiere volver a hacerse notar ahora en la élite. Con el lleno asegurado, el ambiente del Tartiere promete ser uno de los grandes argumentos del Oviedo frente a un rival de talla mundial. El equipo de Xabi Alonso llega con todo su arsenal, con jugadores de la talla de Vinícius, Rodrygo, Valverde o el propio Mbappé, lo que multiplica la exigencia para los azules en su estreno en casa.

El propio Paunovic quiso destacar esta mañana la importancia del escenario: "Con la unión y nuestra afición, que mañana esperamos el lleno, vamos a estar mucho más fuertes". El técnico serbio sabe que el calor de la grada puede ser un factor clave para equilibrar un choque que, sobre el papel, se presenta como uno de los más complicados de la temporada.

El reto es mayúsculo, pero también ilusionante. El Oviedo buscará apoyarse en el aliento de más de 30.000 gargantas para competir ante uno de los mejores equipos del planeta. El regreso del Madrid al templo azul, en un escenario que guarda recuerdos históricos, supone un desafío enorme para los carbayones, que confían en que el empuje de su gente vuelva a marcar la diferencia.

El Tartiere, preparado para la cita, aspira a ser mucho más que un escenario: quiere volver a ser decisivo.