La cronología de 589 días de idas y venidas que caen en saco roto

El Grupo Orlegi presentó su proyecto para el Molinón en la RFEF un 22 de septiembre de 2022. Desde entonces, el camino mundialista de Gijón ha pasado por diversos momentos antes de su caída definitiva

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Mundial
Vie, 23/02/2024 - 22:07

Una carrera de obstáculos. El 14 de julio de 2022 arrancaba oficialmente en Madrid un trayecto con el objetivo de poder devolver a Asturias y a Gijón al mapa mundialista 48 años después. Un recorrido que ha tenido el final más abrupto, con El Molinón fuera incluso de la posibilidad de ser elegida. La negativa del ayuntamiento de Gijón a firmar el protocolo FIFA echa por tierra cualquier atisbo de ilusión. 19 meses de proyectos, 589 días de reuniones lejos de los focos y poca claridad de cara al público. Un cúmulo de desdichas que acaba con Asturias al margen del foco. 

Meses después de su aterrizaje en el Sporting de Gijón, el Grupo Orlegi aceleró para meter a Asturias en una carrera mundialista que había pasado de largo por el Principado. Apurando los plazos, la entidad mexicana consiguió meter a El Molinón en la pugna por albergar partidos de una cita que estaba en el aire. El tiempo terminó dándole el Mundial a España junto a otros países. Una designación que impulsó el ímpetu de la afición por volver a ver fútbol mundialista en el Principado. Con esa intención, Orlegi trasladó a la RFEF y al ayuntamiento de Gijón un ambicioso proyecto. El feedback con el nuevo Molinón ilusionaba. 

"Ilusionante y transformador". Esa fue la impresión que dejó en Las Rozas la presentación de Alejandro Irarragorri sobre el proyecto de reforma para El Molinón. Un estadio completamente nuevo, cuyas infografías desveló Killer Asturias en octubre de 2022, que situaban a Gijón en una buena posición para poder albergar partidos de la cita mundialista que más tarde se le concedería a España. Sin embargo, el proyecto despertaba dudas. Las mismas que, meses después, terminaron echando por tierra el proyecto. 

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Avenida de El Molinón

 
La financiación fue el principal lunar por descifrar del proyecto del Grupo Orlegi. Desde el ayuntamiento, tanto con Ana González como con Carmen Moriyón, señalaban a las dudas sobre el aspecto económico como el punto de desencuentro entre las partes. "Me pongo blanca, con toda la sinceridad te digo. No hay presupuesto hasta que no hay proyecto. Como Ayuntamiento queremos conseguir el Mundial, pero sabemos que no podemos hipotecar un futuro", decía Ana González en septiembre de 2022 cuando se presupuestaba un Molinón de 100 millones de euros. La cifra aumentaría hasta los 300 meses después. 

Las pretensiones se rebajaron. El proyecto faraónico del Grupo Orlegi cayó en saco roto y las previsiones económicas disminuyeron con el paso de los meses. Se presentó otro formato de reforma con un coste de 150 millones, la mitad de la idea inicial. Antes, el club gijonés había virado su propuesta inicial para redirigir el proyecto hacia un estadio modular. Eso lo expresó David Guerra tras un encuentro en el ayuntamiento en octubre de 2023. "Venimos trabajando en un proyecto que reduzca a la mitad o a menos de la mitad el presupuesto del primero que se había presentado. Y que, además, mantenga la antigüedad del estadio. Eso nos afianza la idea de traer el Mundial a Gijón", decía el presidente ejecutivo. Pero, claro, por el medio se habían quedado meses de vacío. Meses de retraso para una carrera en la que las prisas no fueron las mejores compañeras. 

Todo se volvió a acelerar tras el 31 de octubre. El Sporting, con Alejandro Irarragorri vía telemática, presentaba en el Ayuntamiento su nuevo proyecto. Por el medio, un sinfín de fotografías estériles, desayunos sin contenido y encuentros que no depararon en más que en pérdidas de tiempo. El Grupo Orlegi activó el turbo y quiso reanimar una candidatura que había perdido enteros en el plano nacional. Pero no las ganas ni la confianza de los propietarios del Sporting, que mantenían sus esperanzas en poder llevar el proyecto a buen puerto. Para ello, era necesario aunar esfuerzos cuando el tiempo ya empezaba a apremiar. 

El Ayuntamiento y el Principado de Asturias se sumaron al acuerdo. Al menos, a la fotografía en el momento de la firma. A finales de 2023, las tres partes se reunieron en busca de un trabajo común. "Hoy salimos convencidos del apoyo institucional del Gobierno de Asturias. Solo podemos recorrer este trayecto juntos. Damos un paso importantísimo hacia la posibilidad de que se haga realidad de que Asturias sea sede el próximo Mundial. La única manera es caminar juntos. Hoy se ha puesto de manifiesto que las tres instituciones lo vamos a hacer", dijo Guerra entonces. De aquello a esto, un mundo. 

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Irarragorri

 
El paso de las semanas no despejaba las dudas. La financiación se mantenía como el caballo de batalla entre las tres partes. Nadie tenía claro nada. Desde el lado gubernamental, se incitaba al Sporting a dar respuesta. Pero no se buscan soluciones. La sensación que resalta de todo el proceso es que la voluntad del Grupo Orlegi ha sido la única real de este camino. Desde fuera, mucho aparecer en la fotografía pero poco aparecer en las soluciones. 

Febrero aparecía como mes clave. La fecha final para la adhesión al protocolo FIFA se echaba encima con unos pliegos complicados de asumir por parte del Ayuntamiento sin tener antes algún otro tipo de certeza. Un salto al vacío desde el lado de las instituciones, una oportunidad única para dar un salto a Asturias desde el otro lado. Desde el Grupo Orlegi se quiso dar un último empujón. 

En la previa del derbi asturiano, Alejandro Irarragorri mostraba el proyecto de reforma para El Molinón. Una idea de estadio mucho más realista para afrontar la carrera mundialista. Pero quedaba lo de siempre, la financiación. El talón de Aquiles de la carrera era la piedra final en el zapato de El Molinón como sede mundialista. Las últimas declaraciones de Carmen Moriyón se encargaban de sentenciar por completo las opciones de Gijón de volver a vivir una cita de tal calibre. Un camino largo, de declaración de intenciones y de pocas realidades. El Molinón, Gijón y Asturias se quedan sin Mundial. "Con estos bueyes tenemos que arar", dice el refrán.