La respuesta de Alberto González que lo dice todo...
El entrenador del Albacete reconoció su sorpresa por la actuación del Sporting cuando el marcador era muy favorable al conjunto gijonés, abriendo la puerta a los suyos a una remontada histórica
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"El fútbol es emocional y eso explica muchas de las cosas que han pasado hoy aquí". La valoración de Alberto González, técnico del Albacete, dice mucho más de lo que parece. El conjunto manchego asaltó El Molinón como hacia tiempo que nadie lo asaltaba.
De hecho, es la primera vez en toda la historia del Sporting de Gijón, ya sea como visitante o como local, que el equipo rojiblanco desperdicia de tal manera una ventaja de tres goles. El Albacete había golpeado contra la fibra sensible de un equipo inmerso en una crisis de resultados dura. Pero la reacción del Sporting sorprendió a todos. Incluso al técnico manchego.
"A partir del 3-0, comenzamos a sentirnos mejor y a tener más criterio. No sé qué le pasó al Sporting internamente, o mentalmente, para que a partir de ahí nos dejara entrar en su campo con peso. Hicimos el 3-1 y medio nos metimos más en el partido y al Sporting le llegaron las dudas", explicó en la sala de prensa Alberto González. El técnico no era capaz de analizar la reacción del Sporting y la caída de rendimiento del equipo rojiblanco una vez que el marcador era tan favorable. Un diagnóstico que, a pesar del paso de las horas, siguen intentado realizar los aficionados asturianos sin éxito.
La realidad es que el Albacete logró ir ganando hueco en el partido a base de esfuerzo y piernas frescas. El primer cambio manchego llegó tras el descanso. Para cuando Asier Garitano quiso introducir novedades, el 'Alba' ya llevaba consumidas cuatro sustituciones. Cambios que a la postre serían definitivos para el resultado final del partido.
Los datos también avalan la caída rojiblanca en la segunda parte y el crecimiento manchego. Se hizo con la posesión del balón en el segundo tiempo (56% a 44%), remató cinco veces a puerta por las dos del Sporting y generó mucho más a través de las combinaciones. En la segunda parte, el Albacete realizó 190 pases por los 138 del Sporting de Garitano. El fútbol es emocional. Pero también un juego de piezas. Y el Albacete movió mucho mejor las suyas que el equipo rojiblanco.
