Más que una urgencia, una solución
Oier Luengo volvió a competir más de dos meses y medio después de su última aparición, y su actuación no defraudó
Oier Luengo es uno de los futbolistas del Real Oviedo con menos participación esta temporada. El defensa vasco, cuyo papel se ha reducido al de cuarto central, apenas ha contado para Jon Pérez Bolo primero, y Álvaro Cervera después. Por delante de él, jugadores con más recorrido en la categoría como Dani Calvo, David Costas y Rodri Tarín. Solamente las sanciones o las lesiones de alguno de sus compañeros le han permitido disfrutar de alguna titularidad.
Ayer fue uno de esos casos. Oier Luengo sorprendió en el once titular debido a un cúmulo de infortunios. El central tuvo que cubrir el lateral diestro debido a que Cervera no disponía de más recursos en defensa para cubrir la ausencia por sanción de Abel Bretones. El guineano tenía claro que lo más práctico, ante la lesión de Pomares - recambio natural del langreano -, era colocar a Lucas Ahijado en la izquierda, una posición nada desconocida para el ovetense, y que el derecho fuera ocupado por Juanfran Moreno. Sin embargo, una insuficiencia renal horas antes del partido precipitó la participación del vasco, el único defensa que completaba la convocatoria.
A pesar de llevar más de dos meses y medio sin jugar - su último servicio fue el 4 de enero ante el Atlético de Madrid en Copa del Rey -, su actuación no defraudó. Y además, teniendo que hacerlo en una posición sin ensayo previo. Durante los noventa minutos que completó, Oier Luengo fue de menos a más. En los primeros compases del partido notó la falta de ritmo competitivo, con muchas imprecisiones con balón. Con el paso de los minutos fue entonándose y aportando profundidad en el juego de ataque, uno de los aspectos más demandados por Álvaro Cervera en los laterales, y que Lucas Ahijado cumple a la perfección.
Mediada la primera parte, suyo fue un pase a Viti Rozada que le permitió enfocar la portería, pero el disparo del de Laviana se fue fuera. Fue la ocasión más clara de los azules en el primer acto. Ya en el segundo, su papel con pelota en ataque fue más discreto, aunque en defensa sí que mantuvo un nivel más regular a lo largo del partido. En líneas generales, el Oviedo no sufrió por su costado, y eso que enfrente amenazaban nombres como Bryan Zaragoza o José Callejón.
Así las cosas, el central vasco cumplió a la perfección su cometido: suplir a un indiscutible en el lateral como Lucas Ahijado y, lo más importante, presentar su candidatura para ser útil en la retaguardia. Con el partido de ayer, Oier Luengo ya acumula 646 minutos con la camiseta del Real Oviedo, repartidos en nueve partidos entre Liga y Copa del Rey. Más que una urgencia, el de Amorebieta demuestra una vez más ser una solución.