Nacho Busto: "Pablo Agudín tenía cero timidez y un desparpajo impresionante"
El técnico que descubrió al joven canterano recuerda su fichaje, su evolución y el carácter que ya mostraba desde niño
El nombre de Pablo Agudín empieza a abrirse camino en el oviedismo. El joven canterano azul debutó recientemente con el primer equipo, y uno de sus primeros entrenadores, Nacho Busto, recordó en los micrófonos de Radio Marca Asturias sus inicios en el Real Oviedo, su fichaje procedente del Quirinal y la personalidad que ya mostraba desde niño.
¿Cuánto hace que entrenaste a Pablo Agudín?: "Fue una temporada, la 2016-2017. Lo fichamos para el Real Oviedo procedente del Quirinal".
¿De qué categoría estamos hablando?: "De Benjamines, último año".
Benjamines, o sea todavía fútbol sala: "Sí, fue el último año de fútbol sala, antes de pasar ya a fútbol campo, a la dimensión de fútbol-8".
Entonces tú fuiste su primer entrenador en el Oviedo: "Sí. Yo era el coordinador de las categorías inferiores de fútbol sala y de alevines en el Real Oviedo en aquella época".
Llevabas también el tema de los fichajes. ¿Lo fichaste tú?: "Sí, sí".
En el caso de que en unos años Pablo Agudín siga progresando, ¿vas a pedir una plusvalía por el fichaje?: "Ya buscaré yo a Pablo y le pediré cuentas".
Tú pídele la pasta al Oviedo: "Ahí está, ahí está. Eso sería bueno, sería un puntazo, ¿no? Poder haberlo conocido, captado, llevarlo al Oviedo y que luego llegue a un club grande ya sería un sueño, sobre todo me alegraría por él y por el acierto de todos".
¿Qué le viste a Pablo? ¿Qué claves explican su progresión?: "Cuando lo vimos por primera vez en 2016 era un niño con cero timidez y muy sociable, tanto en el campo como fuera. Eso le daba un desparpajo impresionante. Era muy vivo, seguía siempre el juego, nunca perdía de vista el balón y lo que más llamaba la atención era que siempre intentaba regatear. En aquella época se llevaba el tiki-taka de la selección española, los jugadores no encaraban, y él siempre lo hacía. Jugaba mucho en la calle, con los amigos, y eso también se notaba".
Han pasado los años y ha evolucionado. ¿Cómo lo calificarías ahora? ¿Qué tipo de perfil tiene?: "Ahora lo veo como un jugador súper ofensivo, que siempre busca la portería. Tiene también un rol asociativo, busca la pared, el desmarque de ruptura, es pasador. Siempre le decía que los buenos futbolistas son los que dan el último pase, y él también lo daba. Lo veo muy completo. Sé que trabaja mucho, que se cuida, que está fino físicamente, y a base de trabajo le ha llegado esta oportunidad. A pesar del salto, desde Segunda Federación a Primera, físicamente y en ritmo no lo hemos visto por debajo".
¿Cómo lo ves ahora mismo?: "Con muchas ganas. Soy crítico con los futbolistas, pero a Pablo lo veo con una marcha muy buena. No se nota eso de ser canterano entre comillas; puede aportar mucho al primer equipo y al suyo".
¿Has podido hablar con él recientemente?: "Hace tiempo que no voy a verlo entrenar, y todavía no cumplí la promesa, así que espero poder ir en unos días".
O sea que te vas a subir al carro ahora que ha debutado en Primera: (Ríe) "Ahí lo tenía de lado… No, te cuento: estoy jubilado futbolísticamente, y ahora tengo tiempo. Antes no tenía ni para los amigos ni para los enemigos".
¿Y contigo de qué jugaba?: "En fútbol-5 jugaba arriba o tirado a banda. Buscábamos mucha rotación de posiciones, podía jugar de volante o en punta tranquilamente".
Va a tener recorrido: "Ojalá. Se lo merece, se lo está trabajando muchísimo y ojalá el entrenador del primer equipo apueste por él, que eso es lo importante".
Será un reflejo para toda la cantera. Qué importante también es tener constancia y saber apoyarse en la gente adecuada: "Eso es fundamental, y creo que él lo tiene. Trabaja muchísimo a nivel individual, no solo en los entrenamientos colectivos. Sé que en verano se cuida mucho, entrena con preparador personal. Aquí nadie regala nada; hay que lucharlo y trabajarlo".
Nos consta además que está bien asesorado: "Sí, sabe perfectamente sobre quién apoyarse".