Queipo despega y el resto deberá esperar
El canterano de 20 años se ha hecho con un puesto de titular en este inicio de temporada en Segunda división
Dani Queipo está siendo la sorpresa agradable de estas cuatro primeras jornadas de Liga ya disputadas. El canterano es, hasta ahora, la revelación de un Sporting de Gijón que no se esperaba una adaptación tan rápida como la del canterano de Mareo.
La inclusión de Queipo en la pretemporada del primer equipo fue una decisión de Abelardo. También de la dirección deportiva. No entraba en la quiniela de muchos de los aficionados habituales en el Pepe Ortiz, donde juega el filial sportinguista. Quizás, Queipo no había sido el jugador más destacado del equipo dirigido por Sergio Sánchez, pero sí que era uno de los miembros que más llamaba la atención. Muchos ojeadores y agentes apuntaron su nombre en rojo durante el curso pasado.
Como ellos, el técnico rojiblanco puso a Queipo por delante de otros jugadores. Valoró su facilidad para adaptarse al salto de categoría después de cumplir su ciclo juvenil y, sobre todo, las habilidades que le hacen ser un jugador distinto. Una oportunidad que Queipo comenzó a aprovechar desde el primer minuto. Precisamente él fue uno de los jugadores más destacados del primer amistoso. Muchos no le dieron importancia.
Sin embargo, con el paso de las semanas, Dani Queipo se ganó aún más la confianza de su entrenador. El Pitu fue dándole mayor protagonismo mientras Aitor estaba lesionado, Jony trabajaba su puesta a punto y se comenzaba a valorar la cesión de Gaspar Campos. Factores que Dani Queipo amortizó a su favor para hacerse un fijo en estas cuatro primeras alineaciones.
El extremo, a quien le gusta despegarse de la linea de banda con el balón conducido, está poniendo las cosas difíciles a Aitor García. El andaluz ya ha marcado esta campaña, pero el buen rendimiento del joven futbolista le cierra, de momento, las puertas de la formación inicial. En ese sentido, a Jony le puede suceder lo mismo, aunque en su caso todavía queda un periodo de recuperación y, después, de puesta a punto para que sea ese jugador diferencial que todo el mundo espera.