Todas las miradas puestas en el Molinón y, también, en Ipurúa

Focalizados en el derbi pero mirando de reojo esta tarde lo que ocurra en Ipurúa. El Real Oviedo afronta este fin de semana como uno de los más importantes de la temporada. El derbi ante el Sporting de Gijón llega en el mejor momento de los ovetenses que ya acumulan tres victorias consecutivas y que dependen de sí mismos para jugar el play off de ascenso a falta de siete jornadas para que termine el campeonato. 

Su ventaja con el inmediato perseguidor, Las Palmas, es de solo un punto aunque el conjunto canario tiene esta tarde una prueba de fuego ante el líder, el Eibar. Los hombres de García Pimienta llegan en racha a este choque tras sumar cuatro victorias seguidas pero ahora visitan uno de los campos más complicados de la categoría como lo es Ipurúa. Una derrota del equipo amarillo esta tarde en tierras vascas permitiría al Oviedo tener la opción de, si gana en el Molinón, tener una ventaja de cuatro puntos con el séptimo clasificado y poner tierra de por medio. 

Con ese aliciente afrontan los hombres de Ziganda este viernes en el que el equipo realizó su última sesión de entrenamiento a puerta abierta en el Carlos Tartiere. Una sesión en la que volvió a quedar de manifiesto el apoyo que la afición brinda a su equipo. Ganar el derbi supondría un espaldarazo de moral de cara a la recta final de temporada. Más aún si los resultados del resto de equipos acompañan a lo que hagan los hombres de Ziganda mañana en El Molinón. La cabeza de todos está ya en El Molinón. Sin embargo, la vista también se irá a Ipurúa.