Una inquietud que recuerda al pasado más reciente

El conjunto gijonés pasa por un mal momento de resultados tras solo una victoria de los últimos 10 partidos

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Zarfino
Zarfino, en un partido de la pasada temporada en El Molinón.
Lun, 19/12/2022 - 21:42

Cumplidos los 21 partidos de la primera mitad del campeonato, el Sporting de Gijón está más abajo en la clasificación de lo que se podía esperar. En ningún momento, no al menos en público, se marcó el play off como objetivo, aunque el desarrollo de la temporada no está siendo positivo en cuanto a resultados.

El cuerpo técnico y la plantilla se pueden agarrar al año de transición que fue pronunciado en varias ocasiones por varios miembros del primer equipo. Abelardo también puede añadir el proyecto de cantera que está construyendo, con la promoción de varios jugadores que están sumado una buena cantidad de minutos. En cualquier caso, y a pesar de los aspectos positivos, la situación del equipo gijonés empieza a ser inquietante. Solo ha conseguido una victoria en los últimos 10 partidos de Liga.

Un momento preocupante y que inevitablemente conduce al recuerdo del pasado más reciente. La temporada pasada el inicio del curso fue sobresaliente, pero poco a poco el equipo se fue diluyendo hasta terminar desquiciado en los últimos partidos de David Gallego. La llegada de José Luis Martí no mejoró las cosas, todo lo contrario, por lo que solo la llamada de auxilio a Abelardo sirvió para evitar el peor de los males.

En ese sentido, tras su derrota en el Carlos Tartiere, el Sporting ha cerrado una primera vuelta de más a menos. Ha sido competitivo en casi todos los partidos, ha convivido con semanas de muchas lesiones, pero no ha sido capaz de corregir determinados errores que le privan de las victorias. Sus 27 puntos en este momento son los mismos que llevaba el equipo de David Gallego al término de la jornada 21 de la pasada campaña, cuando se impuso a domicilio al Ibiza. Es, de momento, solo una coincidencia.

Para encontrar soluciones, las únicas causas expuestas no parecen ser muy tranquilizadoras. La cuestión de mala suerte no puede justificar los resultados negativos prolongados en el tiempo. Incluso tampoco la falta de puntería o la mala racha de lesiones que ha sufrido el primer equipo. Motivos repetidos que parecen alejar la autocrítica que, a veces, puede estimular una reacción positiva. Son varios los aspectos esperanzadores para pensar en invertir la tendencia, aunque para ello también se intuye necesaria una reflexión más completa.