El Real Oviedo cierra el mercado sin sorpresas

Sin urgencias. Así afrontaba el Real Oviedo el último día de mercado, y así lo ha cerrado. No se esperaban movimientos de última hora, y a diferencia del curso pasado cuando se concretó el fichaje de Víctor Camarasa sobre la bocina, esta vez no los hubo. La dirección deportiva de la entidad azul, encabezada por Roberto Suárez y Agustín Lleida, han vivido como meros espectadores las últimas horas de una ventana que siempre deja sorpresas para los postres.

El día fue tranquilo en las oficinas del Carlos Tartiere, a diferencia de los dos días anteriores. La oferta del Almería por Abel Bretones había alterado la calma con la que el Real Oviedo afrontaba el último tramo de mercado. Finalmente, el langreano se quedará hasta verano defendiendo la camiseta azul y, una vez terminada la temporada, ambas partes negociarán un nuevo contrato para ampliar su vinculación, tal y como informó Killer Asturias.

Solventada la 'Operación Bretones', a la dirección deportiva del Real Oviedo no les quedaban deberes por hacer. Los azules habían dado su plantilla por cerrada desde hace días, si bien la entidad oviedista fue precavida y trató de acometer con premura las tareas encomendadas: reforzar las bandas y dar salida a los jugadores con los que Luis Carrión no contaba.

Lejos de hacerse de rogar, el Real Oviedo optó por anticiparse al resto de equipos. Incluso antes de la apertura del mercado, la entidad azul ya había avanzado dos movimientos, como la llegada de Jonathan Dubasin y la ruptura de la cesión de Romario Ibarra. Después, el Real Oviedo cerró el regreso de Borja Sánchez, toda vez que su experiencia en México no salió como esperaba. Paralelamente, se concretó el préstamo de Álex Cardero al Arenteiro. Para poner la guinda al pastel, la dirección deportiva buscaba la llegada de un pivote. El elegido fue Santiago Homenchenko, quien hoy ya ha sido inscrito en LaLiga con ficha del primer equipo.

De esta manera, el club carbayón ya había completado el cupo de las 25 inscripciones con las que afrontarán el tramo decisivo del campeonato. Solo la llegada de un futbolista sub-23 o la liberación de la ficha del lesionado Rodri Tarín hubieran servido como palancas para la inscripción de una oportunidad de mercado que finalmente no se presentó. Prueba de la tranquilidad con la que el Real Oviedo vivió las últimas horas del mercado, pasadas las 21:30 horas ya nadie del club se encontraba dentro de las oficinas del Carlos Tartiere, a diferencia de otros cierres de mercado en los que las luces de los despachos no se apagaban hasta la medianoche.