La historia vuelve a repetirse en Segunda división

La complicación que alberga la Segunda división sigue demostrándose temporada tras temporada. 42 jornadas de competición son una dura prueba a la que se añade el extra de jugárselo todo en la promoción de ascenso. Oviedo y Sporting no estuvieron en los puestos que dan acceso a disputar los partidos decisivos. El equipo azul se quedó a un gol de poder estar entre los seis mejores clasificados. Si el gol del Burgos que se celebró en el Carlos Tartiere hubiera ocurrido realmente, las opciones de los carbayones de colarse en la final se hubieran disparado. 

Por quinto año consecutivo, el quinto y el sexto clasificado jugarán la final por el ascenso a Primera división. Tenerife y Girona disputarán la final tras dejar en el camino a Las Palmas y al Eibar, cuarto y tercer clasificados respectivamente. Un hecho que vuelve a demostrar que colarse en la promoción en los dos últimos puestos se está convirtiendo en garantía de éxito. Las últimas cinco temporadas se vivió el mismo desenlace. Tanto tercer como cuarto clasificado en la liga regular se despedían de la promoción a las primeras de cambio. 

En la campaña 2017/2018, el Sporting de Gijón terminó la liga en el cuarto puesto. Los rojiblancos se despedirían rápido de la promoción al cruzarse en semifinales con el Valladolid, quinto clasificado. Los pucelanos lograrían el ascenso tras eliminar en la final al Numancia, sexto clasificado. Una temporada después, Mallorca (5º) y Deportivo (6º) se verían las caras en la final. El ascenso volvería a ser para el quinto equipo, quedándose el Deportivo de José Luis Martí un año más en Segunda división. 

Ya en 2019/2020, el Elche sería el que lograría el premio de ascender a Primera división tras eliminar en la final al quinto clasificado. El Girona caía ante el sexto. Una circunstancia que se repetiría un año más tarde, con los catalanes tropezando en el último partido ante el Rayo Vallecano. Los madrileños se colaron como último equipo de playoff tras aprovechar el tropiezo del Sporting ante el Almería en El Molinón. Entrar el último en la 'fiesta' se está empezando a convertir en una costumbre afortunada.

Una Segunda división de quilates
Con el Eibar y Las Palmas fuera de la pelea, la composición de Segunda división comienza a coger forma. Será un año duro en LaLiga Smartbank para los equipos asturianos, que deberán afrontar un campeonato con equipos de muy alto nivel. A los ya presentes este año, hay que sumar al Alavés, Levante y Granada, descendidos desde Primera división. Tres equipos que, en el último siglo, han jugado competiciones europeas. 

Además, desde abajo, se suman a la complicada Segunda división equipos con pasado en Primera. El Racing de Santander ya tiene su billete para jugar en la división de plata, mientras que Deportivo de la Coruña, Albacete o Nástic deberán jugárselo en el último partido. Entidades que hace no mucho estaban en Primera división y que ahora aumentarán el nivel de Segunda. Por contra, debutará el Andorra. A la espera de lo que ocurra este fin de semana, se puede dibujar una competición sin filiales. Todo dependerá de lo que ocurra en el encuentro del Villarreal B. Se avecina un año intenso.