Cambio de roles en el Oviedo: La izquierda toma el mando y la derecha pierde peso

En un Real Oviedo que sigue buscando regularidad en su juego, hay un aspecto que se ha mantenido más estable que el resto: la banda izquierda. Con situaciones cambiantes en otras zonas —lesiones, rotaciones, jugadores irregulares—, el equipo ha encontrado por ese costado un punto de continuidad, tanto en defensa como en ataque.

En el lateral, Javi López ha ganado peso con el paso de las jornadas. Ha jugado 317 minutos en 4 partidos, aportando seriedad atrás y cierta presencia ofensiva cuando el equipo consigue progresar. Su nivel reciente le ha permitido imponerse a Rahim, que acumulaba 11 de 12 partidos y 758 minutos, pero cuya inestabilidad defensiva había generado dudas. A día de hoy, el canario parece haberse asentado como la opción más fiable.

Por delante, Ilyas Chaira ha sido el extremo más utilizado del equipo con 630 minutos en 11 de 12 encuentros. No está siendo un futbolista determinante en cada partido, pero sí ha aportado trabajo, desborde puntual y cierta continuidad, algo que no siempre ha tenido el equipo en otras posiciones. Su rendimiento no está siendo deslumbrante, pero su regularidad le ha permitido mantenerse como titular mientras el resto de alternativas no terminan de asentarse. Brekalo, con 307 minutos en 9 partidos, no ha conseguido encontrar continuidad ni impacto antes de su lesión. Brandon Domingues, que llegó como alternativa en ese perfil, aún no ha debutado en Liga.

Otro motivo que explica el protagonismo de la izquierda es la situación de la banda derecha. La pérdida de continuidad de Hassan —fuera en Girona, suplente con pocos minutos ante Osasuna y sin regularidad en las últimas semanas— ha reducido la profundidad por ese lado. Como consecuencia, las jugadas elaboradas y las transiciones suelen orientarse hacia el sector donde el equipo se siente más cómodo.

La vuelta de Cazorla y la recuperación física de Ovi Ejaria —ambos jugadores de mediocampo— también pueden tener un papel en este escenario. No son futbolistas de banda, pero su capacidad para organizar, conectar y dar fluidez al juego interior podría ayudar a repartir mejor las posesiones y a que el Oviedo no dependa tanto de un solo costado.

A la espera de que la derecha se estabilice y de que lleguen más alternativas, la banda izquierda se ha consolidado como la zona más constante del equipo. No brilla siempre, pero sostiene. Y en un Oviedo que busca recuperar sensaciones, esa fiabilidad es un punto de apoyo importante.