"El cambio en la dirección es un golpe de adrenalina muy grande"

Pese a que el protagonismo estaba reservado para los nuevos fichajes, el 'Pibe' fue una de las figuras destacadas. Saltó al césped como cuando lo hacía de corto. Besó el césped, se santiguó y devolvió el cariño del público tocándose el corazón. Un día complicado de olvidar para Enzo Ferrero. Al día siguiente, el exfutbolista argentino rememoró en Radio MARCA Asturias una tarde para el recuerdo. "Fue algo extraordinario, muy emocionante. No recordaba una presentación así. La sorpresa del club me dejó muy contento", comentó. 

Y es que la presencia de Enzo Ferrero se vivió en El Molinón como la de un jugador más. A su salida, su público le dedicó una sentida ovación. "Me sentí impactado en el momento de salir. No sabía como reaccionar. El cariño de la gente es lo más bonito que uno puede recibir. Cuando sales al campo y todo el mundo aplaude, te hace sentir muy orgulloso de haber podido vestir la camiseta de este club", explicó el argentino. 

La presencia de Enzo Ferrero es otro de los cambios que se han producido con la llegada de Orlegi. La directiva anterior no comulgaba con las opiniones del exjugador, estando al margen de los actos organizados por el club. En cambio, Alejandro Irarragorri abrió las puertas al regreso del argentino. Una oportunidad que Ferrero rechazó que fuera la última. "Yo estoy a disposición del club y el presidente me lo agradeció. Sí tienen intención de contar con los veteranos y que colaboremos más, yo voy a estar a disposición. Luego depende de la parcela en la que me quieran. Pero yo no tengo ningún inconveniente en participar", añadió. 

Sobre el nuevo proyecto, todo fueron palabras alentadoras. "En dos meses ha cambiado todo, se ha pasado de la desilusión a la ilusión. Es un golpe de adrenalina muy importante", dijo Ferrero. Mimbres hay para ser optimistas, algo que el propio entrenador le reconoció. "La gente se ha vuelto a ilusionar. Los fichajes se están adaptando bien. Según Abelardo, lo está viendo bastante bien. El equipo tiene una meta por cumplir y puede llegar a ella sin problema", dijo. 

Esa meta, para Enzo, no es el ascenso en la próxima temporada. El largo plazo instaurado por Orlegi también cala en el discurso del argentino. "Un club como el Sporting debe marcarse el objetivo de ascender, pero a largo plazo. Este año el objetivo es conseguir los 50 puntos. A partir de ahí, se miran posibilidades. Pero el equipo tiene que hacer buena piña, tener un buen equipo y lograr la permanencia cuanto antes. Y luego soñar". Una realidad instaurada ya en Gijón.