El debe del Sporting, a prueba

Con la 'zona Aragonés' asomando a la vuelta de la esquina, el Sporting de Gijón busca adentrarse en el tramo más definitivo de la temporada con mayores confianzas. La derrota ante el Levante ha calado hondo en el vestuario. Incluso picado en el orgullo de la plantilla de Ramírez. Los jugadores son conscientes de que la imagen mostrada en el Ciutat de Valencia queda lejos de la de un equipo que pelea por la zona alta. Hay ganas de revancha. El partido ante el Alcorcón se presenta como una buena oportunidad para lavar la cara y volver al redil correcto. 

Al Sporting se le presenta delante una de sus piedras en el zapato de la primera vuelta. Los equipos de la parte baja no han sido un coser y cantar para los rojiblancos. Prueba de ello es que de los cuatro últimos clasificados, el Sporting solo ha sido capaz de ganar a uno de ellos. La victoria ante el Villarreal B en La Cerámica es el único verde en la lista rojiblanca ante los equipos de la parte baja. El resto, empates en Andorra, Alcorcón y en casa ante el Amorebieta. 

En Santo Domingo, los rojiblancos despacharon un gran partido. Sobresalió la figura de Christian Rivera en el centro del campo durante la primera parte. Con la bajada de fuerzas del gijonés, llegó el apagón rojiblanco. Era un buen momento de la temporada y el empate se dio por bueno. Con la clasificación en la mano, aquellos puntos perdidos ante equipos en la pelea por el descenso situarían al Sporting en una posición más aventajada. 

Sin opción para la lamentación por los puntos que se fueron, es momento de focalizarse en los puntos que están por llegar. Los dos próximos partidos del Sporting, ante colista y antepenúltimo clasificado, gozan más importancia si cabe. En jornadas en las que hay duelos directos por la parte alta de la tabla, los de Miguel Ángel Ramírez afrontarán dos partidos ante conjuntos  en apuros clasificatorios. El Alcorcón está a un punto de la permanencia, mientras que el Amorebieta tiene la salvación a siete. Factores que también juegan. 

Los rivales de abajo venden cara su piel en estos momentos de la temporada. La prueba, no muy lejos. El Sporting de Ramírez fue, en la recta final del curso pasado, un equipo en apuros que complicó la vida a los rivales que peleaban por el ascenso. Las Palmas, Granada, Alavés o Eibar probaron en sus carnes lo complicado que resultaba batir a un Sporting que pugnaba por la permanencia. "Los de abajo te lo ponen muy jodido. Te plantean un partido complicado. Nosotros somos el ejemplo el año pasado. A Las Palmas, Granada, Alavés, se lo pusimos muy jodido. Si no estás concentrado, el de enfrente te revienta", explicaba Ramírez. Desde el otro lado de la ecuación, el canario busca puntos ante equipos en apuros. Ganar ante los de abajo para mirar hacia arriba.