La vuelta más esperada: Por qué el Oviedo necesita a Cazorla ya
El de Llanera aporta control, liderazgo y criterio en un equipo que ha acusado su ausencia en las últimas semanas
La Liga
En un momento delicado de la temporada, el Real Oviedo necesita agarrarse a algo sólido. Y pocas cosas pueden serlo más que recuperar a Santi Cazorla. El asturiano, ausente por lesión en los últimos partidos, es un futbolista que cambia la manera de jugar del equipo: da orden, claridad y pausa en los momentos en los que el conjunto más lo necesita.
Sus números en lo que va de curso hablan por sí solos. Ha completado 116 pases, con un 83,6% de acierto, demostrando que sigue siendo el jugador más fiable cuando hay que mover el balón con cabeza. De esos pases, 89 son en corto, lo que refleja cómo ayuda al equipo a mantener la posesión y respirar cuando el partido se acelera. Además, suma 16 recuperaciones, un dato muy alto para un jugador de su perfil, y gana 7 de cada 10 duelos que disputa. También destaca que solo ha cometido una falta en toda la temporada, una muestra de su inteligencia para colocarse y anticipar.
En las jugadas a balón parado también es importante. Ha puesto 15 centros y corners, una estadística que cobra valor en un equipo que debe encontrar en la estrategia una vía muy útil para generar ocasiones. Su golpeo, su precisión y sobre todo su experiencia marcan una diferencia evidente.
La cifra de 35 pérdidas puede llamar la atención, pero tiene una explicación sencilla: Cazorla suele recibir el balón en las zonas más complicadas del campo, donde se intenta marcar la diferencia. Ahí los riesgos aumentan, pero también las posibilidades de que una buena acción acabe en ocasión de gol. Es parte de su rol y parte de lo que el Oviedo necesita recuperar.
Pero si hay algo que no aparece en las estadísticas es lo que aporta al vestuario y al ritmo del equipo. Con él en el campo, los compañeros juegan más tranquilos, se toman mejores decisiones y el equipo es capaz de tener más control. Cazorla organiza, guía y corrige. Es un equilibrio emocional y futbolístico que, en momentos difíciles, vale oro.
De cara a los próximos partidos después del parón, su vuelta puede ser clave para que el Oviedo recupere sensaciones y tenga más claridad en ataque. En una plantilla joven en varias posiciones, su liderazgo y su forma de entender el juego son un recurso imprescindible.
El Real Oviedo necesita reencontrarse. Y pocas cosas pueden ayudar tanto como volver a tener al capitán sobre el césped.