Oier Luengo, de "problema" a oportunidad ante la Copa de África
El central vasco puede convertirse en la gran solución del Oviedo en enero, cuando Bailly y Carmo podrían ausentarse con sus selecciones
LA LIGA

La Copa de África, que se disputará del 21 de diciembre al 18 de enero, aparece en el horizonte como un posible quebradero de cabeza para el Real Oviedo. El torneo continental podría dejar al equipo de Veljko Paunovic sin dos de sus centrales: el angoleño David Carmo y el marfileño Eric Bailly. De confirmarse esas ausencias, el cuadro azul afrontaría un tramo importante de la temporada con solo tres defensores naturales en la primera plantilla, y es ahí donde emerge el nombre de Oier Luengo.
En ese escenario, los únicos centrales disponibles serían David Costas y Dani Calvo, además del ya mencionado central vasco. Un grupo reducido que obligaría al técnico serbio a exprimir recursos y, quizá, a introducir variaciones tácticas. No obstante, lo que en un principio se planteaba como un problema encuentra también una oportunidad: la figura de Luengo, cuya continuidad tras el mercado estival puede acabar resultando determinante.
Durante el verano, el nombre del central vasco estuvo sobre la mesa como posible salida. Sin embargo, finalmente permaneció en el club y esa decisión puede convertirse ahora en un movimiento estratégico de gran valor. Luengo no solo aporta garantías en su posición natural, también ha demostrado polivalencia para actuar como lateral derecho cuando la situación lo requiere. Esa capacidad para adaptarse a distintas circunstancias y su predisposición constante a sumar, tanto dentro como fuera del vestuario, le colocan como un recurso de plena confianza para Paunovic.
El futbolista, que afronta su cuarta temporada en el Oviedo, se ha ganado la etiqueta de jugador fiable. Sin grandes titulares, pero con rendimiento sólido cada vez que le toca aparecer. Su perfil encaja a la perfección con lo que el equipo puede necesitar en enero: compromiso, regularidad y capacidad para asumir galones en momentos de dificultad.
De este modo, lo que pudo interpretarse como un "problema" en el mercado —su continuidad cuando se valoraba una salida— se ha transformado en una oportunidad. El Real Oviedo puede encontrar en Oier Luengo la pieza que asegure la estabilidad defensiva durante la Copa de África. Un ejemplo más de cómo el fútbol da giros inesperados y de cómo el trabajo silencioso termina encontrando su recompensa.