Un Oviedo de guante blanco

El conjunto de Paunovic ha mostrado disciplina en su regreso a Primera, con un bajo número de faltas en las tres primeras jornadas, aunque el balance de tarjetas no le ha sido favorable

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Varios jugadores del Real Oviedo en la disputa de un balón
Dom, 07/09/2025 - 21:29

El regreso del Real Oviedo a Primera División está dejando, además de emociones y estrenos, un dato revelador: el conjunto azul se ha caracterizado por un juego limpio y disciplinado. En sus tres primeros encuentros, los de Veljko Paunovic han mantenido una media de apenas ocho faltas cometidas por partido, una cifra baja para un recién ascendido que pelea por asentarse en la élite.

El estreno en Villarreal reflejó esta tendencia. El Oviedo cometió solo ocho faltas, por las diez del cuadro castellonense, y aun así terminó con un balance disciplinario desfavorable: Alberto Reina fue expulsado por una doble amarilla muy rigurosa, mientras que el rival apenas vio una tarjeta. En la segunda jornada, frente al Real Madrid en el Tartiere, el guion fue similar: ocho faltas de los carbayones por siete de los blancos, con dos amarillas para los locales por una de los visitantes.

La primera victoria ante la Real Sociedad tampoco cambió la dinámica. El Oviedo cerró el choque con siete faltas, frente a las 18 cometidas por el conjunto donostiarra. Sin embargo, los árbitros volvieron a sancionar más a los azules: dos amarillas contra una sola para el equipo que triplicó sus infracciones. En total, el Oviedo acumula seis amarillas y una expulsión en tres partidos, frente a solo tres amarillas de sus rivales en el mismo tramo.

La conclusión es clara: el Oviedo es un equipo que no recurre en exceso a cortar el juego, que mantiene la colocación defensiva como principal recurso y que se muestra competitivo sin necesidad de abusar de las faltas. El contraste aparece en la aplicación del criterio arbitral, que ha castigado con más dureza a los carbayones a pesar de su menor número de infracciones.

En cualquier caso, el dato global invita al optimismo. Mantener esta línea de disciplina será clave en una temporada larga, donde las sanciones por acumulación de amarillas pueden condicionar las rotaciones. Con una media estable de menos de ocho faltas por partido, el Oviedo demuestra que se puede competir en la élite con orden, limpieza y concentración. Un equipo de guante blanco que quiere asentarse en Primera desde la solidez y la corrección.