David Gallego, a solas en El Molinón
El entrenador catalán no termina de encontrar soluciones a la racha de malos resultados del Sporting de Gijón
Ya lo había hecho en alguna ocasión esta temporada en El Molinón. Terminado el último partido, durante unos minutos, David Gallego estuvo caminando solo sobre el verde del municipal gijonés, donde ya no había espectadores.
Varios operarios de televisión recogían el cable de la retransmisión televisiva. Unos pocos jugadores visitantes realizaban ejercicios físicos. Mientras, David Gallego caminaba solo y pensativo por el terreno de juego, momentos antes de afrontar su turno en sala de prensa. Una práctica que, por ejemplo, ya había hecho tras el partido de Copa del Rey contra el Alcorcón. Llevaba auriculares inalámbricos, podía estar hablando por teléfono.
El técnico rojiblanco no vive su mejor momento en cuanto a resultados deportivos. Tampoco está siendo comprendido su discurso constructivo, demasiado optimista, acerca del futuro inmediato del Sporting. Al menos, en líneas generales, su relación con el vestuario sigue siendo cercana, se mantiene la confianza, aunque ya son algunos los jugadores que empiezan a dudar. Su gestión interna comienza a ser cuestionada.
De momento, el Consejo mantiene la confianza en el entrenador, que solo ha podido celebrar dos victorias en los últimos 16 encuentros de LaLiga SmartBank. Sus números son muy similares a los de José Alberto López en el momento de la destitución de este, incluso peores si el Sporting cae derrotado el próximo sábado ante el Mirandés en Anduva.